jueves, 2 de mayo de 2013

HABLANDO DE REPSOL

DESDE HUACHO-PERÚ

HABLANDO DE REPSOL
Con la posible compra de los activos  de REPSOL se ha despertado una polémica nacional y los huachanos tenemos la obligación moral de dar nuestro punto de vista, que no necesariamente puedan ser del gusto de todos.
            La reflexión o polémica está, primero,  en si  el estado peruano debe o no participar de la administración de sus recursos naturales o, segundo, si  lo debe dejar a pleno control del empresariado privado,  sea nacional o de otros países, incluido el chileno, a quién tenemos ‘mucho cariño’, no lo digo por chauvinismo, sino porque es el común denominador que no comparto. Dicen estos últimos, en sus extremos, que el estado solo debe participar  en la administración del sector salud, educación y servicios.
El empresariado y sus políticos,  argumentan  que el estado es un mal administrador y las empresas públicas solo sirven como botín post electoral y que en medio de la mediocridad, terminan siendo  subsidiadas por el gobierno y ponen como ejemplo todas las empresas públicas que han terminado en la quiebra y en una corrupción casi total.  Y es cierto. Enumerarlas en los distintos gobiernos sería largo. Hasta hoy persisten algunas de ellas en nuestra memoria. Pero hay que hacer  la aclaración que, los gobiernos, si bien es cierto,  los escogemos las mayorías,  y los elegidos, gobiernan en  su nombre, pero nunca, o muy pocas veces, defienden sus intereses.  Pero ¿existen en otros países empresas públicas eficientes?, claro que sí, sin ir lejos, PRETROBRAS (Brasil)  y PEMEX (México).
Pasemos a la segunda opción, que,  el gran empresariado privado si es buen administrador. Tendríamos que decirle que  no siempre es así, comenzando que  vulneran o han vulnerado  los derechos de muchos trabajadores o perjudica o han perjudicado al estado al no pagar sus impuestos y que muchos no conocen de ética, como  el caso de Telefónica,  o, hace pocos años, las empresas del grupo Vulcano liderado por Luis León Rup, la Compañía de Aviación Faucett, Banco Latino, etc., dejando,  además,  en la calle a muchos trabajadores. Y en el caso de las empresas mineras y del  petróleo,  que atentan  contra  el desarrollo armónico de la ecología o eco sistema, sin ningún miramiento.
Ahora,  fijémonos  si el gran empresariado de las potencias en el sistema capitalista son buenos administradores,   miremos a países como los EEUU de Norteamérica (que tanto nos gusta) o los países europeos como España, Grecia o Portugal, cuyo empresariado   está en quiebra y  ha llevado a la bancarrota las economías de aquellos países y ¿qué hace el estado para salvarlos?, usa los ahorros de la población,  dejándolos en la más completa miseria y en el desamparo sobre todo a aquellos trabajadores jubilados que depositaron sus ahorros en los bancos. O usan el dinero de los pagos de los impuestos que realizan, sobre todo la clase media, para esos mismos fines, ‘salvarlos’.
Entonces el problema de fondo no es si el gobierno es o no  mal administrador o,  si el empresariado privado debe ser el único que administre los recursos del estado. El problema pasa por el desarrollo de un programa de gobierno donde se reestructure el estado con reformas centradas en la educación, la salud, servicios, su industria, agricultura, pesca y economía,  donde se priorice la oportunidad para todos y la distribución de la riqueza  justa. Dicho en otros términos, una Reforma del Estado, donde convivan un estado promotor y un empresariado justo, respetando los derechos de los trabajadores y la ecología. Claro, que primero tenemos que tener buenos gobiernos, ¿será el de Ollanta, uno de ellos?  Y,  ahora,  mucho cuidado, que si al sistema capitalista no le va bien, a nosotros también nos puede ir mal,  siendo  nuestra economía, una economía dependiente.  Y no se salvan, ni las empresas públicas ni privadas.