martes, 19 de abril de 2011

“EL BOQUERÓN DE LA VIUDA”

DESDE HUACHO-PERÚ
A don “Bladi” lo conocí en la GUE “Luis Fabio Xammar”. Lo recuerdo dentro de una pléyade de buenos profesores que en la década del 60’ llegaron a enseñar a esa insigne casa de estudios. Algunos eran de tierras lejanas pero otros de nuestro terruño o cerca de él. Algunos llegaron antes, otros después de esos años, pero jóvenes todos ellos y con ideas de avanzada no necesariamente políticas. Procedían de varias casas superiores de estudios pero la mayoría de la UNE “Enrique Guzmán y Valle” más conocida como “La Cantuta”. Algunos habían vuelto al terruño; los visitantes, algunos, estuvieron como ‘aves de paso’, pero otros hicieron, de esta, nuestra ciudad, su ‘nido’ de residencia. Como no recordarlos, jóvenes ellos, a Javier Fernández, Manuel Mendoza, Oscar Paico, Mariano Infante, Lucio Escobar, Marcelino López, Piedra, Martínez, Vidal, Cáceres, Alza, Murphy, Agüero, Guerrero, etc. Y dentro de ellos, a Don Bladimiro Reyes. La Facultad de Educación de la Casa de Carrión no había sacado todavía sus primeras promociones.
A Bladimiro lo debemos considerar de casa, pero no es tan cierto, su tierra de origen es la provincia de Cajatambo. Intelectual y luchador social de las gloriosas huelgas del SUTEP. El tiene varios escritos y es común escucharlo por la radio con sus comentarios picantes, amenos e inteligente. Sus temas son variados, pero muchos ellos de política pero sin el apasionamiento, en todo caso, sólo para los que tienen que ver con el progreso y desarrollo de la provincia y de la región.
Días previos al 24 de enero recibí una invitación para la presentación de su novela “El Boquerón de la Viuda” a la que no pude asistir pero sin embargo a los pocos días comencé a indagar dónde se la podía adquirir. Tardo en hacer unos bosquejos de comentario pero por su calidad vale la pena hacerla.
Los huachanos y visitantes asiduos de nuestras piscinas y playas y los conocedores del antiguo malecón no dejamos de escapar una mirada nostálgica a uno de los cerros cerca al mar del Puerto de Huacho en la que se encuentra ubicado el Boquerón de la Viuda motivo de la obra. Los recuerdos y comentarios sobre el boquerón abundaban desde la muerte de una mujer ‘tragada’ por el vaivén de las aguas marinas que ingresan algunas veces enfurecidas a la cueva pero también se dice que el boquerón es el final de un túnel que parte de la Plaza de Armas del distrito de Huaura por donde habrían sacado los españoles el oro y la plata de los incas, etc. Pero lo que al final de cuentas interesa es el nombre con que se le conocía: La Viuda. Y ese es el nombre de la obra de don “Bladi”.
Pero es una historia más acabada, con un lenguaje más exquisito y que nos da mayores luces a los que algunas veces nos interrogábamos del porqué del nombre. Por supuesto que con la pluma magistral de don “Bladi” la historia alcanza otra dimensión de la que ya conocíamos. Historia que nos lleva a tiempos, episodios y personajes que muchos seguro no hemos alcanzado a gozar. En el prólogo de la obra Rolando Vaccari nos hace un preámbulo de lo que vendrá, el recuerdo de algunos seres no racionales u objetos inanimados que adquieren sentimientos humanizados como el ferrocarril que nos trasladaba antaño a Lima y de paso nos hace rememorar al que llegaba a Sayán después de varias horas de largo e inacabable viaje. Al legendario brujo “Yancunta” que la imaginación de nuestros campiñeros lo vieron convertido en variopintos animales confundidos con el cuerpo del demonio; los antiguos burdeles que desvirgaron a muchos jóvenes que después de muchos años se convirtieron en distinguidos personajes de nuestra localidad; los buques de cabotaje que en ondulante movimiento observábamos desde las orillas de la playa. Nuestro Huacho de calles empedradas y polvorientas y su campiña que en medio de noches de penumbra y de historias de aparecidos con sombras de árboles y rumor de acequias reflejadas por los candiles, velas o languidecientes lamparines hacían ver brujos y brujas volando en sus escobas en los techos o los hacían escuchar quejidos de aparecidos. Y dentro de todos ellos uno de los personajes que destaca con luz propia, “Relámpago”, el amigo fiel.
Obra interesante donde se mezcla la sensualidad y el erotismo de algunos personajes como la de Jacinta y Lorenzo, en algunas oportunidades al extremo. Si bien es cierto es una narración en tercera persona hubiese sido interesante que los personajes desarrollaran algunos diálogos con el léxico propio del lugar, sin embargo no significa por eso que la obra sea menos. Debe ser ubicada como un libro para no dejar de leer y apreciar.