martes, 1 de junio de 2010

GLORIA ETERNA AL AMIGO, AL COLEGA, AL POLÍTICO, AL INOLVIDABLE ALCALDE


DESDE HUACHO-PERÚ
GLORIA ETERNA AL AMIGO, AL COLEGA, AL POLÍTICO, AL INOLVIDABLE ALCALDE
Sé que bastante se va a decir y se dice de Pedro Julio Zurita Paz, pero no por eso voy a dejar de escribir algunas palabras ahora que ha partido para estar a la diestra del señor. No he sido de sus amigos más cercanos pero puedo decir que nos hemos conocido.
Coincidencias de la vida, el nace un 27 de octubre y yo un 29 del mismo año, 1948. Somos huachanos “puros” como seguro lo son muchos y que solemos preciarnos de ello a pesar de las diferencias que siempre las hay, unos de la Av. San Martín u Olaya, otros de Elcorrobarrutia, otros de algún otro lugar de esta hermosa ciudad. Provenimos de barrios populares, pero como todo en la vida no es inmóvil nos han cobijado otros barrios pero sin salir de sus entornos. En la década del 50 estudiamos en la escuela Pre Vocacional Nº 413 hoy Julio C Tello con los Directores Roberto Rodríguez y Eulogio Guerrero y en el 60 en las aulas xammarinas, con Danós, con Valdivia, Ángeles y otros destacados directores y recordados profesores como el “Tío” Chang, el “Teacher” Ramírez, el recién llegado Paico, Mendoza, Vidal, Alva y tantos otros excelentes docentes. No estudiamos en la misma aula pero siempre nos veíamos en el camino al colegio, a la entrada, en el recreo, a la salida y de regreso a casa, en los eventos deportivos. En el 3er Año de Secundaria como solía ocurrir por los años 60 el optó por el área de Letras y yo de Ciencias porque así se dividieron los estudios secundarios. Al final sin importar diferencias hicimos de las letras del himno de nuestra alma mater una luz para nuestro camino: “Juventud xammarina, adelante, adelante de frente al porvenir”.
Buscar el porvenir nos separó físicamente pero nos unía nuestro amor al pueblo que por aquellos tiempos universitarios encarnó la izquierda. Terminamos nuestros estudios universitarios y ya profesores supe que estaba trabajando en la IE “Domingo Mandamiento Sipán mientras yo lo hacía en el “Mercedes Indacochea”, pero nuevamente las causas del magisterio nos unió militando ambos en las filas del glorioso SUTEP. Supe que sus inquietudes políticas lo había hecho militar en el PUM mientras yo lo hacía en el UNIR. De izquierda estos dos grupos políticos pero con pequeñas diferencias que sus líderes muchas veces las convirtieron antagónicas.
De estos tiempos de maestros hubo varios reencuentros. Inmerso en el CAPER, lo dejé de ver por algún tiempo. Después supe que había cesado en el magisterio. Ya resuelta la renuencia de la izquierda a participar en las lides electorales él aspiró a llegar al gobierno municipal sin mucha suerte como ocurrió con Miriam, mi esposa. Son tiempos en que las inquietudes por ver surgir a nuestro pueblo realizamos algunos intentos por formar bloques electorales para tentar el sillón municipal. Nunca me ha gustado postular en cargos públicos electorales, pero he participado en apoyo a Miriam Watanabe, mi esposa, como cabeza visible e invitada por algunos movimientos y después partidos políticos. Nunca estos grupos llegaron al consenso y poder participar de la vida política local juntos a pesar de nuestros mismos ideales y los de muchos que nos acompañaban.
Fue el 2006 que participamos con listas rivales en las contiendas electorales municipales y regionales. Tanto su movimiento provincial como el nuestro fueron en alianza regional con una agrupación con la cual nos diferenciaban concepciones muy diferentes de la realidad nacional pero por ser movimientos y grupos de apoyo provinciales no nos significó hipotecar principios ni ideales. Y eso lo sabía Pedro a pesar de su gran amistad con Nelson Chui, y a las finales después de ganar las elecciones municipales, esta diferencia se convirtió en irreconciliable y fue uno de los motivos que agudizó el rompimiento con el Movimiento Regional “La Familia”, pero tengo la seguridad que no era la única diferencia.
A pesar de ser contendientes en esas elecciones entre nosotros siempre primó la cordura y caballerosidad hasta que personas interesadas fabricaron declaraciones de Miriam fuera de contexto sobre su enfermedad que no hubo oportunidad de esclarecer sino hasta pasadas las elecciones por eso es que nuestra amistad nunca se vio afectada.
Para su reelección al Consejo Municipal Provincial nuestros encuentros políticos se volvieron más frecuentes y llenos de gratos recuerdos, coincidiendo en la mayoría de las veces nuestros puntos de vistas de gobierno municipal, ideales y principios y la gran necesidad de cambiar la política para ponerla al servicio del pueblo y no hacer de él un medio para lucrar con sus dineros. Claro que hay que reconocer las divergencias no abismales pero si de forma como siempre ocurren con los matices. Él lo entendió así y nos lo dijo a mi esposa y a mí, por eso anunció públicamente su apoyo incondicional a Miriam en su candidatura para el Consejo Regional representando a la provincia de Huaura sin ser haber llegado a ningún acuerdo preestablecido entre nuestras agrupaciones.
Hoy que a partido físicamente de nuestro querido Huacho a lugares de tranquilidad y sosiego en el más allá poco a poco con resignación y tristeza nos iremos dando cuenta de la falta que nos hace y hará, sobre todo a los sectores del pueblo a los que representó, C y D. Ojalá que la agrupación que lideró tenga la suficiente sapiencia para reemplazar, creo yo, lo irreemplazable. Debemos continuar el legado que nos ha dejado, por nuestra parte lo asumiremos desde el lugar en que nos encontremos si el pueblo así lo quiere como fue el compromiso de nuestras últimas conversaciones.
Y ojalá que su familia encuentre el consuelo ante tan irreparable pérdida física al saber lo mucho que lo quiere su pueblo y que nunca lo olvidará. Ahí están las multitudes que lo acompañaron en su último adiós para certificarlo.
Pedro Julio, amigo, descansa en paz.