Vivir en la pobreza te tiempla el espíritu, te hace valorar las cosas buenas de la vida y afianza la necesidad de la solidaridad para salir adelante, pero llegada la juventud la soledad no es buena compañera y es en esas circunstancias que tuve la suerte de encontrarme con la gran mujer de mi vida. Fueron en los avatares estudiantiles y magisteriales en la que conocí a “La China”, que así le decían a Miriam. Una mujer luchadora sin igual venida de la tierra de la eterna primavera, Trujillo. Mujer de mucho coraje y fuerza de voluntad inquebrantable y sobre todo con un gran amor por los más humildes y desprotegidos de nuestra patria. Contar las anécdotas de sus luchas ocuparían muchas líneas pero no está demás decir que sus ideales de un mundo mejor de las que estaba imbuida le hizo abrazar las causas justas y enrolarse en uno de los partidos de izquierda que existían por los 60 a 70 y estaba empeñada hasta entregar su vida por los nobles fines que había enarbolado, pero decepciones y deslealtades la hicieron desistir de sus claros propósitos que no eran otro que la justicia social.
Por la necesidad que ha tenido para servir a los más humildes siempre le ha hecho buscar oportunidades tanto en el sector público, privado como el político pero nunca arriando banderas ni hipotecando sus principios. Desde su amado Trujillo ha tenido acercamiento a los sectores populares. Cuando llega a Huacho la nombran dirigente provincial y departamental y participa en jornadas inolvidables de lucha por la reivindicación del magisterio nacional y el reconocimiento del glorioso SUTEP y es en estas circunstancias que conoce de cerca a Horacio Zeballos. Abraza los ideales de izquierda y lucha por una Patria con justicia social sobre todo para los más pobres y también es así como se relaciona con muchos líderes de izquierda y entabla amistad con muchos políticos afines a sus ideales entre ellos Alfonso Barrantes, el popular “Frejolito”.
Como profesora sus compañeras la eligen Directora de la escuela Nº 20319 en la que ejerce la docencia y se empeña en mejorar su infraestructura, mobiliario y material educativo de sus alumnos, logrando con mucho empeño un tiempo después el local propio y su construcción de material noble y en la cual se fusionan tres escuelas y dando nuevamente una muestra de desprendimiento deja la Dirección para que la asuma el Prof. José Salcedo Alegría, institución que toma el nombre de “San Martín de Porres”.
Comenzó a trabajar en el magisterio a la edad de 19 años y es por eso que relativamente joven se jubila y es en esas circunstancias que pasa a dirigir su propia escuela, “María Montessori”, y por esos mismos años por circunstancias de la vida es convocada por un gran amigo, Prof. Roberto Urbina, que estaba trabajando en la Supervisión Educativa de Huacho, hoy UGEL, para que se hiciera cargo en la provincia de lo que era el Proyecto Nacional “WAWA WASI”, que después se convirtió en Programa. Celos y mezquindades políticas después de varios años hicieron que en el gobierno de Alejandro Toledo no le renueve su contrato dejando de laborar en esa institución en la que había dejado muchas de sus energías en las construcciones de sus locales y atención a los niños de los sectores populares de las provincias del Norte Chico sobre todo de Huaura, Barranca, Huaral.
Decide postular a la Alcaldía Provincial para poner el consejo municipal al servicio de las grandes mayorías, logrando respaldo popular pero sin obtener el triunfo, sin embargo no desmaya en su trabajo social aún a pesar de no ostentar cargo público alguno. La política y servir a Huacho ha sido una de sus inquietudes y desde el lugar en que se encuentra siempre está preocupada por la suerte de los niños y las madres de nuestra provincia. Ahí sigue en la brega.
Hoy 15 de enero está en su onomástico y su hija Carola, su nieta “Nanda”, sus amigos y todos los que la queremos mucho reconocemos en ella a la mujer que sin dejar de ser madre asume los retos de una luchadora social en búsqueda de la justicia social que nuestra patria requiere para salir del estado de postergación en que se encuentran las mayorías, por eso pedimos al divino redentor que la colme de bendiciones y le depare muchos años de vida.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS MIRIAM!
