Hablar de las Elecciones Municipales del 29 de noviembre, en nuestra región, resulta interesante para constatar más o menos las tendencias como una antesala a las elecciones regionales y municipales del 2,010, previas aclaraciones, primero, que los movimientos y partidos políticos no han participado en la totalidad de los 9 distritos donde se han llevado a cabo elecciones, y aún así, si hubieran participado en todas, la muestra total es muy pequeña y centralizada como para un análisis más profundo; segundo, que han participado en ella, diríamos, algunos ‘capitanes’ de los equipos de las ligas menores (distritales), no han participado los candidatos provinciales y del gobierno regional; tercero, se han caracterizado, sin quitarle el criterio político, por ser vecinales. Más políticas son las regionales.
1era Lectura. Por circunscripciones territoriales, diríamos, que el ‘ganador’ es el partido del gobierno, el APRA. Ha participado en 4 elecciones y ha ganado en las 4, Supe (Huaura), con 3,524 votos; 27 de noviembre (Huaral), con 162 votos; Lachaqui (Canta) con 252 votos; y Huanza (Huarochiri) con 227 votos. El segundo lugar lo ocupa el PADIN, que habiendo participado en 5 distritos ha ganado en 3, Cacra y Azángaro (Yauyos), con 105 y 119 votos respectivamente; y en Santa Leonor (Huaura) con 169. El único movimiento independiente que se ha impuesto es HONGOS XXI, de Hongos (Yauyos), con 74 votos, con la ventaja de ser lista única. Los perdedores, resultan, Confianza Perú, que habiendo participado en 3 distritos, no ha ganado en ninguno, con la atingencia, que estaban en el gobierno distrital de Supe. Pero, peor, diríamos, le ha ido al movimiento político de La Familia, teniendo a su favor toda la logística del Gobierno Regional y habiendo participado en 6 ha ganado en 1, Chocos (Yauyos) con 426 votos.
2da Lectura. Que el PADIN ha demostrado mejor aparato organizativo, aunque habrá que comprobarlo, que sin ser gobierno, de 9 distritos en disputa, ha presentado listas en 5; La Familia, en el gobierno regional, se ha presentado en 6; sin embargo, aquí el APRA, demuestra su gran debilidad, porque con 79 años de vida partidaria, el mejor organizado, con el todo el aparato del gobierno central en sus manos, sólo se ha presentado en 4; y Confianza Perú, en 3. En el caso del APRA o no tenía candidatos, que está por ver, o tenía la seguridad de perder, que es lo más seguro, entonces no puede ufanarse en decir que las tiene todas consigo.
3era Lectura. ¿Si las elecciones regionales hubieran sido el 29, cuáles ‘supuestamente’ hubieran sido los resultados? Éstas son solo elucubraciones, que tiene sus ‘bemoles’, por que siendo las elecciones distritales no han contado con quienes deben ser sus protagonistas principales (provincia y región), con otras votaciones, y la muestra es reducida y de sectores determinados, entendiendo que la Región consta de 9 provincias, con 128 distritos y una población de 932,327 habitantes y de ellos votan 484,562 ciudadanos según la ONPE, hasta el mes de noviembre del 2006. En estas circunstancias ‘supuestamente’ el ganador resultaría el APRA con 4,165 votos; en segundo lugar, Confianza Perú, con 3,578 votos; tercero, La Familia con 1, 856 votos; cuarto, estaría Siempre Unidos, con 850 votos; quinto, el PADIN con 607 votos; y sexto, el Partido Nacionalista, con 413 votos. De ahí le siguen, partidos y movimientos que no se sabe su capacidad de captación del electorado regional y su organización política por haber tenido una participación mínima en los distritos, cómo por ejemplo, Fuerza Regional, con 323 votos; PPC, con 140 votos; Cambio 90, con 76 votos; y Alianza para el Progreso, con 50 votos.
En Barranca, es bueno destacar la participación del MAS por ser un movimiento provincial independiente, con 1,119 votos, por supuesto que muy por debajo del APRA y Confianza Perú, pero superior a La Familia, Siempre Unidos, Fuerza Regional, Partido Nacionalista y el PADIN.
Así están las cosas, y están advertidos los movimientos y partidos políticos de la región. A ‘aceitar’ el aparato partidario para la campaña electoral que se avecina porque no todo está dicho. Y el pueblo, a no equivocarse.
