DESDE HUACHO-PERÚ
En la Región, hay dos hechos que han marcado la agenda política en la semana que ha pasado, por supuesto, nada agradables, y que hay que tocarlos por ser inadmisibles y como profilaxis.
Uno de ellos es el Concurso de nombramientos de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) y que nos ha traído a la memoria los viejos métodos(ahora mejorados, con ‘aires’ de legalidad) cuasi delincuenciales practicados en la universidad, gobiernos municipales y el ministerio de educación, vía Ugels (acordémonos del 1er gobierno del Dr. Alan García), sólo por mencionar algunas entidades estatales, donde se realizaban y realizan (no en todas las entidades) ‘concursos’ amañados y cómo pasado el tiempo y el escándalo, ante la inutilidad de las denuncias, quedan estos hechos como consumados. No se respeta el derecho que tenemos todos a tener las mismas oportunidades para un puesto de trabajo. Sin embargo invulnerables, estos ‘funcionarios’, cierto tiempo después, vuelta la página, vuelven a la carga, y cómo el pueblo está muchas veces más preocupado por su supervivencia y los ‘concursos’ atañen a solo un sector de la población, consideran (los corruptos), que parte de él o todos (el pueblo), somos unos imbéciles sin capacidad de análisis, como para poder comprender y consentir semejante atropello a la racionalidad. De estos concursos hay ejemplos, muchos, si no echemos una mirada y vamos a encontrar muchas ‘perlas’ producto de las mafias y las malas artes de funcionarios inescrupulosos que se prestan de esta manera a pagar los favores políticos o de acomodos de familiares y amigos o de ventas de ‘puestos’. Y ahora, pasado el tiempo, los beneficiados(caras duras) se pasean orondos en la burocracia estatal, como si nada hubiera pasado, inclusive por las calles reclaman sus ‘derechos’ a mejores condiciones de trabajo y mejoras salariales.
Si, así, se dan estos ‘destapes’ a nivel de ‘concursos para nombramientos’, pongámonos a pensar cuántos otros actos de corrupción habrá por descubrir, por ejemplo en las obras en construcción, en las licitaciones de todo tipo o en las compras para las entidades públicas.
Y de tragedia, ahora se ha convertido, el ‘concurso’, en comedia. Da pena cómo para justificar semejante tropelía del gobierno regional, el consejero Tomás Quispe, uno de los mayores implicados, usa ejemplos vedados para justificar las recomendaciones de gente ligada a su familia y movimiento, por ironía de la vida, llamada: ‘La Familia’. Cómo se puede perder la vergüenza y utilizar semejantes ‘argumentos’ para justificar las recomendaciones y acomodos, también, en las otras direcciones del gobierno regional, y pasar los hechos anormales como algo regular. Cómo se han perdido los valores inherentes al ser humano, de la moral, la ética y la decencia en la política.
Otro de los casos repudiables y que nos extraña que la Dra. Lourdes Flores Nano haya querido minimizarlo, parece está perdiendo la perspectiva política, es el de la relación de 315 pensionistas del Congreso de la Ley 20530 (Cédula viva) y que en el año del 2001 los beneficiaron con un bono especial adicional de más de S/. 3,500 por Acuerdo de Mesa Nº 436 del mismo Congreso, que de esta manera, equiparaba, su pensión de por vida, a más de S/. 7,500 mensuales –pobrecitos, ¿y el pueblo?-, y que debió ser recortada el 20 de diciembre del 2004 con el gobierno de Alejandro Toledo, cuando se derogó la ley Nº 20530 y se fijo en dos unidades tributarias el techo de las pensiones, sin embargo, aun así, siguieron gozando de dicho beneficio hasta que en estos días presionado el Congreso por el periodismo y la opinión pública, se ha visto obligado a derogarla. ¿Devolverán la plata?
¿Bueno y qué padres de la patria de nuestra región se estaban beneficiando de dicho bono? Hay que conocerlos. Todas las bancadas políticas de los años 90 y, que sorpresas del destino, también aquellos que, inclusive, decían luchar por el pueblo y que el parlamento sólo era una tribuna de denuncia para preparar al pueblo para la revolución. Dentro del montón encontramos que se beneficiaron personajes de nuestra ‘conocencia’ como Daniel Espichan (NM-C90), Anastasio Vega (Cambio 90) y Humberto Arenas Velásquez (APRA). Y de la Izquierda Unida, de los que ya no sabemos nada hace muchos años, Efraín Pablo Vásquez Barreda (Huaura) y Máximo Gonzales Paz (Barranca). Qué será de sus vidas, seguro gozando también de los dineros del sufrido pueblo peruano por quién decían luchar. ¿Y qué, de?: ¡el pueblo, unido, jamás será vencido!
Uno de ellos es el Concurso de nombramientos de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) y que nos ha traído a la memoria los viejos métodos(ahora mejorados, con ‘aires’ de legalidad) cuasi delincuenciales practicados en la universidad, gobiernos municipales y el ministerio de educación, vía Ugels (acordémonos del 1er gobierno del Dr. Alan García), sólo por mencionar algunas entidades estatales, donde se realizaban y realizan (no en todas las entidades) ‘concursos’ amañados y cómo pasado el tiempo y el escándalo, ante la inutilidad de las denuncias, quedan estos hechos como consumados. No se respeta el derecho que tenemos todos a tener las mismas oportunidades para un puesto de trabajo. Sin embargo invulnerables, estos ‘funcionarios’, cierto tiempo después, vuelta la página, vuelven a la carga, y cómo el pueblo está muchas veces más preocupado por su supervivencia y los ‘concursos’ atañen a solo un sector de la población, consideran (los corruptos), que parte de él o todos (el pueblo), somos unos imbéciles sin capacidad de análisis, como para poder comprender y consentir semejante atropello a la racionalidad. De estos concursos hay ejemplos, muchos, si no echemos una mirada y vamos a encontrar muchas ‘perlas’ producto de las mafias y las malas artes de funcionarios inescrupulosos que se prestan de esta manera a pagar los favores políticos o de acomodos de familiares y amigos o de ventas de ‘puestos’. Y ahora, pasado el tiempo, los beneficiados(caras duras) se pasean orondos en la burocracia estatal, como si nada hubiera pasado, inclusive por las calles reclaman sus ‘derechos’ a mejores condiciones de trabajo y mejoras salariales.
Si, así, se dan estos ‘destapes’ a nivel de ‘concursos para nombramientos’, pongámonos a pensar cuántos otros actos de corrupción habrá por descubrir, por ejemplo en las obras en construcción, en las licitaciones de todo tipo o en las compras para las entidades públicas.
Y de tragedia, ahora se ha convertido, el ‘concurso’, en comedia. Da pena cómo para justificar semejante tropelía del gobierno regional, el consejero Tomás Quispe, uno de los mayores implicados, usa ejemplos vedados para justificar las recomendaciones de gente ligada a su familia y movimiento, por ironía de la vida, llamada: ‘La Familia’. Cómo se puede perder la vergüenza y utilizar semejantes ‘argumentos’ para justificar las recomendaciones y acomodos, también, en las otras direcciones del gobierno regional, y pasar los hechos anormales como algo regular. Cómo se han perdido los valores inherentes al ser humano, de la moral, la ética y la decencia en la política.
Otro de los casos repudiables y que nos extraña que la Dra. Lourdes Flores Nano haya querido minimizarlo, parece está perdiendo la perspectiva política, es el de la relación de 315 pensionistas del Congreso de la Ley 20530 (Cédula viva) y que en el año del 2001 los beneficiaron con un bono especial adicional de más de S/. 3,500 por Acuerdo de Mesa Nº 436 del mismo Congreso, que de esta manera, equiparaba, su pensión de por vida, a más de S/. 7,500 mensuales –pobrecitos, ¿y el pueblo?-, y que debió ser recortada el 20 de diciembre del 2004 con el gobierno de Alejandro Toledo, cuando se derogó la ley Nº 20530 y se fijo en dos unidades tributarias el techo de las pensiones, sin embargo, aun así, siguieron gozando de dicho beneficio hasta que en estos días presionado el Congreso por el periodismo y la opinión pública, se ha visto obligado a derogarla. ¿Devolverán la plata?
¿Bueno y qué padres de la patria de nuestra región se estaban beneficiando de dicho bono? Hay que conocerlos. Todas las bancadas políticas de los años 90 y, que sorpresas del destino, también aquellos que, inclusive, decían luchar por el pueblo y que el parlamento sólo era una tribuna de denuncia para preparar al pueblo para la revolución. Dentro del montón encontramos que se beneficiaron personajes de nuestra ‘conocencia’ como Daniel Espichan (NM-C90), Anastasio Vega (Cambio 90) y Humberto Arenas Velásquez (APRA). Y de la Izquierda Unida, de los que ya no sabemos nada hace muchos años, Efraín Pablo Vásquez Barreda (Huaura) y Máximo Gonzales Paz (Barranca). Qué será de sus vidas, seguro gozando también de los dineros del sufrido pueblo peruano por quién decían luchar. ¿Y qué, de?: ¡el pueblo, unido, jamás será vencido!
