martes, 29 de septiembre de 2009

¿SÓLO EL CASTIGO FÍSICO?


DESDE HUACHO-PERÚ

El día domingo en un diario de circulación nacional se ha publicado un comentario que me parece importante como para dejarlo de lado. Se trata de una encuesta realizada por Ipsos Apoyo y un criticable 42% de peruanos que aprueban el castigo físico a los niños.
La encuesta abarca a las mujeres que en un 63% es golpeada por sus parejas que es condenable, pero, la violencia no se da sólo contra la mujer sino también contra el hombre en un 38%. Y en esta primera parte concluye la encuesta que de los abusadores un 22% fueron antes víctimas de la violencia sin que ello signifique un atenuante del papel que cumplen en el presente.
Volviendo a los niños, es preocupante el consenso que hay en la población frente al castigo físico. Los peruanos seguimos creyendo que los niños desobedientes necesitan de vez en cuando que sus padres los repriman físicamente, pero el castigo va más allá, y parten de un “supuesto poder de castigar físicamente a los niños por los que los atienden en la escuela o en otros espacios”. Pero lo peor de todo es que el castigo físico está permitido en el Perú cuando el Código de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes, inciso d, artículo 74 permite a los padres “corregir moderadamente” a sus hijos. Visto ello es que en buena hora la Defensoría del Pueblo haya nombrado una Comisión Especial Revisora del código antes mencionado considerando que la ley utiliza un término subjetivo que se presta a múltiples interpretaciones por lo que lo hace necesario a modificaciones. Según el comentario de nuestra referencia nos dice que el viernes 18 del mes la comisión aprobó la siguiente variación “Emplear mecanismos de crianza y corrección que no vulneren sus derechos y no impliquen prácticas de castigo físico humillante” que según dice ha sido celebrado por el relator sobre los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA. Ahora la modificación está en manos del Congreso y Ejecutivo para que entre en vigencia antes de fin de año.
Pero ya tratándose del castigo en general hay que tener en cuenta lo siguiente, “es un gran error aplicar cualquier tipo de castigo a los hijos, porque provocan daños importantes en su desarrollo. El problema está en que los padres creen que está bien castigar y decirle al hijo ‘como te sacaste malas notas no vas al cumpleaños de tu amigo’, y no saben que no sólo eso es dañino para los niños, sino que además no sirve de nada, porque los castigos no son efectivos”, que En Estados Unidos, distintos investigadores han concluido que los estilos parentales coercitivos -es decir, aquellos padres que utilizan el castigo como una forma de educar a sus hijos- se relacionan con conductas de violencia y desadaptación cuando los hijos son después preadolescentes y adolescentes y como señala la investigadora social Neva Milicic, “los hijos de padres estrictos, también denominados ‘Harsh Parents’ por las corrientes de investigación norteamericanas, tienen una gran probabilidad de presentar problemas conductuales y una marcada tendencia a involucrarse en conductas de riesgo”, además dice “que los padres castigadores y estrictos tienden a ser muy exigentes y al mismo tiempo muy poco sensibles a las necesidades de los niños”. “En general los papás autoritarios son menos nutritivos para sus hijos, y eso acarrea consecuencias muy importantes en la vida de ellos”.
Por último podemos decir que en general, los niños criados en el estilo autoritario son más tímidos y tienen una autoestima más baja en relación a los menores que han crecido en ambientes más amorosos y acogedores.