martes, 22 de septiembre de 2009

¿MARCHA POR LA PAZ?


DESDE HUACHO-PERÚ

La Junta de portavoces en su primera legislatura ha acordado la exoneración de segunda votación de la ley que dispone la reorganización integral de la UNSACA y eso hace inminente la intervención en nuestra casa superior de estudios. No es algo en que estemos de acuerdo pero no visualizamos otra alternativa en la presente coyuntura.
En estos días iba por la calle y de repente un bullicio. Me ‘picó’ la curiosidad y quise saber de qué se trataba. Eran un grupo de estudiantes y ‘estudiantes’ de la UNSACA dirigida por algunos docentes entre los que marchaban algunos conocidos y me pareció bien pero minutos más tarde me produjo vergüenzas ajenas. La turba llevaban en la mano algunos globos blancos y entre bullicio se percibía una no muy clara palabra: -¡paz!-.
Me pareció bien porque por estos días se está celebrando el día mundial de la paz. Puse mucha atención y entre algunas arengas se distinguían las palabras: -¡contra el terrorismo!-, -¡fuera terrucos de la universidad!- y algunos nombres de personas que no conozco. Le puse mayor atención y me puse a indagar de qué se trataba y algunos transeúntes me comentaron que seguro era por el comentario que había salido publicado en el periódico de distribución nacional “El Comercio” con el título de ¿Hay infiltración en las universidades? del día martes 16 en la cual se hablaba de la presencia terrorista en algunas universidades como La Cantuta, San Marcos, en Lima, y la universidad de Huacho. Y para corroborar el comentario del transeúnte me entregaron los manifestantes un volante con la reproducción de lo que había publicado dicho periódico que recogía las declaraciones del general PNP(r) Jorge Cárdenas, ex director general de Inteligencia del Ministerio del Interior.
El acto, la marcha, está bien porque no quisiéramos regresar a la barbarie que se vivió en nuestra patria hace pocos años y es un tema sensible por que muchos hemos sido testigos presenciales de las atrocidades provenientes de ambas partes: terrorismo y aparato represivo.
Pero, lo de la marcha, ¿habrá sido un acto espontáneo que los alumnos realizaban a favor de la paz? o dentro de esta actividad se escondían otras intenciones, como desacreditar a las personas que están por su reorganización e impedirla (hasta esa fecha no se sabía nada de la exoneración de segunda votación). Puede alguna gente qué se dice amante de la paz llegar a tanto como torcer voluntades y bajo un pretexto justo esconder otros intereses. Puede haber llegado a tanto el enquistamiento del ‘clan’ en nuestra alma mater para bajo una presunción, paralizar las actividades de la universidad poniendo en riesgo la precaria e idónea formación académica de nuestros jóvenes. No es acaso un acto de violencia hacer uso de la ‘autoridad’ del docente para casi obligar a participar a sus alumnos en la marcha. No será un acto de violencia acusar a alguien sin las pruebas correspondientes, sólo basado en vagas declaraciones de un ex policía en periodo de retiro. Y qué podemos pensar de la presencia de ‘algunos’ docentes participantes.
El hecho de haber realizado tal marcha nos puede dar una idea del ‘poder’ de cierta gente en la universidad como para tratar de acallar las voces discrepantes de un pedido que no sólo queda en el cerco de la universidad, sino, va más allá; por eso bienvenida la reorganización pero mucho cuidado porque hay amargas experiencias y es ahí donde debe involucrarse la sociedad civil y estar atenta al desempeño de la comisión que se nombre.
Sí, hay experiencias amargas, pero es una luz en medio de la mediocridad en que se debate nuestra primera institución educativa regional, salvo honrosas excepciones.