martes, 9 de junio de 2009

¿BAGUA,…UNO MÁS QUE IMPORTA?


DESDE HUACHO-PERÚ

¿BAGUA,…UNO MÁS QUE IMPORTA?

Han pasado varios días del fatídico viernes 5 en Bagua y tenemos un sabor amargo por lo ocurrido en esa ciudad. El tema se ha tratado bastante a nivel nacional pero no con rasgos esclarecedores por lo sesgado y malintencionado de las informaciones oficiales.

Producto de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los nativos y civiles se habla de hechos de sangre y de un número indeterminado de muertos, pero como dice Hans Rothgiesser “que hay (hayan) más muertos y heridos de un bando que del otro, me tiene sin cuidado. Uno ya es demasiado. En ambos extremos del conflicto”.

El problema se origina en el ejecutivo porque con la finalidad de cumplir con los acuerdos producto de la exigencia del TLC con EE.UU. ha impuesto a una gran parte de nuestros compatriotas la Ley de Promoción de la Inversión Privada en Reforestación y Agroforestería (DL N° 1090) sin importarle la opinión de un grueso número de ellos que hace cientos de años habitan en nuestra milenaria selva y sienten que se les arrebata una parte esencial de su medio de vida y subsistencia.

Por eso no llama la atención que un conflicto que desde hace varios meses se veía venir e iniciado hace más de 50 días no se haya podido resolver con una ‘democracia’ que se jacta de tener un Presidente Constitucional, un Primer Ministro con más de una decena de ministros incluido el del (Medio) Ambiente, 120 congresistas, varios ‘poderes del estado’, la Policía Nacional, las FFAA con sus tres integrantes, prefecturas, gobiernos regionales y municipios.

Resolver un conflicto no es solucionarlo con la intransigencia ni utilizando la ‘fuerza’ para imponer algo. Si de explotar en forma razonable nuestros recursos se trata para eso existe el diálogo y la concertación siempre y cuando haya predisposición para ello.

Con la finalidad de justificar la entrega de nuestra selva a las transnacionales sin ningún tipo de reparo resulta extraño el mensaje televisivo donde se habla de millones de hectáreas de bosque para unos miles de nativos de la selva cuándo es de todos los peruanos, pero, no se dice nada de los ‘doce apóstoles’ y más de una decena de transnacionales (doscientos son muchos) que se han apoderado de nuestros mercados, materias primas, medio ambiente y los recursos naturales sin importarles los más de 28 millones de peruanos.

Causa risa como justifican las muertes de policías y nativos con el cuento del terrorismo y de la ‘injerencia extranjera’ o ‘conspiración internacional’ sin especificar agrupaciones o nombres de qué países se trata cuando conocemos que el gobierno cuenta con un ‘cuerpo de inteligencia’ y algunos ‘partidarios hábiles’ en el uso de aparatos sofisticados en tecnología de interceptación (los ‘petro’ audios).

Alguien podrá creer eso qué con ‘todo en paz’ se puede dialogar con este gobierno que se dice ‘democrático’ y llegar a acuerdos. Cuándo no hay espacios de diálogo o es un “diálogo de sordos” se llega a lo que se ha llegado con la pérdida de valiosas vidas tanto de policías como de nativos y civiles de nuestra selva, sin embargo los responsables (ejecutivo y congreso) bien gracias en la capital de la república. Para ellos el tiempo es lo de menos, los problemas pueden durar el tiempo que les de la gana o nunca solucionarlos.

Si en algo se quiere reparar la ignominia para con nuestros hermanos nativos, el ejecutivo debe volver a la mesa de diálogo y tener la predisposición de respetar las tierras y costumbres ancestrales de nuestros nativos y sí de aprovechar y explotar nuestros recursos naturales se trata debe hacerse teniendo en consideración la biodiversidad de nuestra selva. También se podría pedir que se castigue a los verdaderos responsables, pero con este gobierno eso es casi un imposible.