martes, 27 de enero de 2009

EMAPA: ¿CUÁNTO LES CUESTA LAS NEGLIGENCIAS A LOS HUACHANOS?


DESDE HUACHO-PERÚ

EMAPA: ¿CUÁNTO LES CUESTA LAS NEGLIGENCIAS A LOS HUACHANOS?
Por estos días encontramos por las calles de Huacho a grupos de trabajadores ´apurados´ por realizar el trabajo de cambio de medidores de agua dónde hasta hace poco las había instalado la misma EMAPA. Ésta es una labor reiterativa en muchas calles, con éste y el anterior gobierno municipal, prueba de ello es que si miramos las aceras con atención cuando caminamos nos vamos a dar cuenta que en las puertas de estas cajas dónde se ubican los medidores de agua existen todavía algunos de los nombres de las diversas empresas que los han fabricado: RSL, OAKES, EMEMSA, CORMEI, A.INKA, y la que recién están terminando de ponérnoslas, AISA. Hay más nombres. Lo ´curioso´, como decimos los huachanos, es que, en algunos casos, es la segunda, hasta la tercera vez que nos cambian los medidores en un corto tiempo y es por eso las veredas lucen con grietas y parches por todos lados.
Seguro que ha habido y hay diversos motivos para qué nos vuelvan a poner los nuevos medidores de agua, cómo por ejemplo­­­­: para un mejor control del uso adecuado del agua, qué los instalados anteriormente son de mala calidad o qué se roban los medidores. El motivo de ahora es qué se roban los medidores o parte de el; después qué vendrá.
Si ahora se están cambiando los medidores de agua porque no eran seguros, por otros, los de AISA -confiamos en la buena elección-; entonces, las anteriores autoridades de EMAPA, si los elegían bien, pudieron muy bien comprar esos medidores. Por consiguiente la culpa es de la ineficiencia en la elección de La Junta General de Accionistas, los Miembros del Directorio y del Gerente General y los funcionarios que no supieron precaver y comprar los medidores adecuados. Y esta ha sido una actitud reiterativa, para varias compras de medidores.
Ahora, la pregunta es ¿quién paga o pagará en última instancia el costo que representa cada cambio de medidores?: por supuesto que los sufridos ciudadanos huachanos; porque EMAPA es una empresa de propiedad social, dónde la Municipalidad Provincial de Huaura es la accionista principal; y a cada cambio (de medidores), tiene que comprarlos y contratar a trabajadores que las vuelvan a instalar utilizando dinero que más bien podría servir para las obras de agua y alcantarillado de las zonas que lo necesitan. Estas empresas (los fabricantes de medidores) deben estar haciendo un ´faneón´ en Huacho.
Por eso y para que estos cambios intempestivos no vuelvan a repetirse, son las nuevas autoridades y funcionarios quiénes deben denunciar a los responsables de la mala adquisición de medidores y sancionarlos para que quede como un antecedente. Decimos esto porque es tiempo que pare el borrón y cuenta nueva. Cuántas obras, concursos, licitaciones, etc., se hacen mal, son fraudulentos, se comete nepotismo o a capricho de alguna autoridad y pasado el tiempo no pasa nada. Ejemplos hay un montón cómo el caso del mismo EMAPA (que no facturó al municipio por 8 años el consumo de agua por un importe de 2 millones de soles), de las Municipalidades, la Región, la Universidad -acaso no nos acordamos de los ´concursos de cátedras´, el presunto desfalco, la utilización de dineros en ´proyectos´ que no sirven para nada-. Y, a quién se ha sancionado, a nadie.
No sólo se trata de cambiar los medidores de agua y malgastar la plata del pueblo, sino también sancionar a las malas autoridades y funcionarios para qué no se repita la negligencia por colocar medidores de mala calidad o que no guardan las garantías de seguridad. La falta de decisión de las actuales autoridades para determinar responsables y sanciones -al igual que la denuncia que hiciera el Alcalde Provincial en el mes de noviembre del año pasado en relación a la negligencia en el cobro de la facturación por consumo de agua al Concejo- pareciera que tiene un sesgo político que pasa por las antiguas relaciones políticas de algunas autoridades de EMAPA con las antiguas autoridades ediles. Esperamos equivocarnos.