jueves, 2 de octubre de 2008

MARIO PALOMINO CORONADO: ¿VÍCTIMA DE ESTA SOCIEDAD INJUSTA?

MARIO PALOMINO CORONADO: ¿VÍCTIMA DE ESTA SOCIEDAD INJUSTA?
“…sólo el señor verá y qué María Santísima también ilumine a esta criatura…
(Sara Rivera Roque)

Mucha gente repudia tu comportamiento del viernes 19 de setiembre y no es para menos. Flora Rivera Roque, “Florita”, era una profesora de honorable familia, pero, no sólo la familia ha sentido su partida, sino el magisterio de la provincia y la ciudadanía en general.
Todo lo que sabemos de ti es lo cruel que has sido al victimar a tu ´tutora´ como tú solías llamarla; que tu abuelo es un alcohólico; y casi nada de tus padres, de tu infancia, de tu familia, del mundo en el que te tocó vivir.
Mario, en el sólo hecho de haberte adoptado Flora se reconoce la calidad de persona con la que te tocó vivir; ahora, lo que tendríamos que reflexionar es de sí el sacarte de tu ambiente (Colcapampa-Oyón), de tu entorno (cuando ya tenías 9 años de edad más o menos), fue lo más acertado.
Según los vecinos (del sector del “Paraíso”, Huacho) no conocías a tu padre por ser hijo no reconocido y que tu madre vivía con tu abuelo, quién a las finales (tu abuelo) se hizo cargo de ti en medio de su pobreza.
Sin padres, tu infancia debe haber sido una vida muy triste a pesar que te ´tropezaste´(es un decir) con Flora. Cuantos golpes debes haber recibido de niño, como dice César Vallejo “abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y el lomo más fuerte” y tú eras una inocente criatura; cuántas veces habrás mencionado a tu mamá y no recibiste una respuesta de ella y cuántas veces habrás buscado la voz amiga de tu padre. Eso no lo sabemos, eso solo está en lo más hondo de tu corazón.
A tu abuelo, como única familia, cuántas veces lo habrás buscado para un consejo y a cambio, la incomprensión y la soledad de la noche fría de la sierra. ¿Acaso, algunos de los que ahora te juzgan te tendieron una mano cuando los necesitaste?, ¡no!, nunca o casi nunca seguro, a excepción de unos pocos como Flora y eso que sólo tu pedido era de ternura, de una caricia, además de un pedazo de pan.
Tu vida aunque triste, era la sierra, seguro ahí estaban los amigos, los vecinos, los cerros, el maicito, la vaquita, el riachuelo, la inmensidad de los cerros, el azul de su cielo frío, todos ellos mal que bien conocidos tuyos. Salir de ahí no debe haber sido fácil, aunque la sierra representa el abandono por parte de las autoridades y la ciudad, el ´progreso´, y eso, en un momento de cuasi lucidez, pensó tu abuelo.
Ya en la ciudad, te habrás dado cuenta que la vida es dura y más dura sin los seres queridos a pesar de todos los cuidados que te prodigaba Florita. Quizás nunca te llegó a entender o tú la entendiste. O no hubo el tiempo suficiente. ¿Quién entiende todo esto?
Me ha dado gusto leer las declaraciones de la hermana de la victima, Sara, quien a pesar de su dolor ha tenido palabras de comprensión. Ojalá ahora que estás sumido en una de las peores tragedias las entidades del gobierno se acuerden de ti, no para que sean indulgentes, si no para que te ayuden en lo quebrantado de tu salud emocional. No sólo condenas si no comprensiones. ¿Por qué a las gentes ´de bien´ se les ´entiende´ pero cuando se trata de un hijo del pueblo en desgracia se le vitupera?
Lo que necesitamos los peruanos es que hechos como los tuyos no se repitan, pero eso parte porque nuestras autoridades, el gobierno, la sociedad, solucionen las necesidades más elementales de nuestra población, porque seguro sólo así habrá una mejor educación, los padres no abandonarán a sus hijos, la sierra se desarrollará mucho mejor y no habrá necesidad de la migración de las poblaciones rurales a la costa, y las familias, más solidas podrán desarrollar en su plenitud los valores de amor, respeto y solidaridad. Sobre todo de amor.

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