A CADA CENSO: ¿NUEVA CAPITAL DE REGIÓN?

A CADA CENSO: ¿NUEVA CAPITAL DE REGIÓN?
Según el último Censo Nacional de Población 2 007, realizado por el INEI, la provincia de Cañete tiene ahora mayor población que la de Huaura. Cañete cuenta con 200 662 habitantes y Huaura con 197 384. No debería ser un tema importante, pero lo es. Y lo es, en lo que corresponde a la puesta en duda por algunos interesados, sobre todo de las Provincias de Cañete y Yauyos, a la designación como sede del Gobierno Regional a la ciudad de Huacho, capital de la provincia de Huaura. Después de más de 6 años.
El 17 de julio del 2 002 el gobierno del Presidente de la República, Dr. Alejandro Toledo Manrique, siendo Presidente del Consejo de Ministros el Dr. Luis Solari de la Fuente, emite la Ley de Bases de la Descentralización Nº 27783 y es cuando comienzan el proceso de la regionalización a nivel nacional. Y en base a esta ley es que se llama a Elecciones Regionales y Municipales en el año del 2 002 y en la cual sale elegido como primer Presidente de la Región Lima el Ing. Miguel Ángel Mufarech Nemy.
Junto con elegir a las autoridades regionales había que designar la sede de región y para ello se tuvo que recurrir a la Ley de Bases de la Descentralización. La ley, en el Capítulo II, Art. 31 dice que “…El gobierno regional es ejercido por el órgano ejecutivo de la región”,…” y, en su Art. 32, en lo que corresponde a la sede, dice “La sede del gobierno regional es la capital del departamento respectivo. En el caso del departamento de Lima (Provincias, agregado mío), la sede del gobierno regional es la capital de la provincia de mayor población.”, lo que significaba, para el año 2 002, que por mayor población, la sede quedaba establecida en la ciudad de Huacho, capital de la Provincia de Huaura, como así fue.
Las confusiones vienen, primero, porque la ley no es muy clara. En el Perú hay que hacer las leyes que especifiquen hasta los detalles más insignificantes, sino, se comienza hacer cuestión de estado, y eso es lo que pretenden hacer algunos periodistas y autoridades y potenciales candidatos a las próximas elecciones regionales y municipales (2 010) y presidenciales y congresales (2 011) de Cañete y Yauyos, sobre todo de Cañete.
En la vida podemos imaginarnos que las sedes regionales, una vez establecidas, tengan que estar cambiándose cada cierto tiempo, con lo engorroso y, además, lo costoso que significaría un cambio de sede, siendo nuestra región, una región con muchas dificultades económicas y grandes necesidades. Y sería insólito, además, porque se comenzaría a incentivar cada cierto tiempo y cuando haya censos nacionales (lo recomendable es que cada vez sean en periodos más cortos), la competencia de nuevos nacimientos de bebés en cada una de las dos provincias. Esto parecería hasta gracioso.
Y también, con ese criterio, pronto, los distritos más populosos de la Provincia de Lima tendrían que reclamar que Palacio de Gobierno y la sede del Congreso Nacional, ubicados en el Cercado de Lima, tengan que trasladarse a los distritos de San Juan de Lurigancho o San Martín de Porres.
Las confusiones se originan, además, porque algunos líderes de opinión, antes de las elecciones regionales y municipales (2 006) corrieron la voz de la necesidad que los huaurinos que vivieran en otros lugares, no cambiaran su lugar de residencia en el DNI, porque corríamos el riego de tener menos población que la Provincia de Cañete, porque estábamos casi a la par, y podíamos perder la sede de Región. En todo caso se debió plantear la necesidad de precisar el artículo de la ley, en lo que respecta a la sede.
Ahora, que los cañetanos estén mortificados con las autoridades regionales actuales y que consideren que no está cumpliendo como debe ser, eso es otra cosa; o que el Vicepresidente y Consejero por Cañete no esté a la altura de las circunstancias y expectativas de su pueblo, también es otro cantar. Pero que quieran ‘politizar’ el tema, es una mezquindad.
La Región Lima, tiene otras prioridades por las cuales debemos unirnos y luchar. Primero, escoger buenas autoridades, y segundo, resolver las necesidades básicas de nuestra población y hacer que los grandes proyectos estratégicos, económicos y comerciales con visión de futuro se hagan realidad.