domingo, 3 de agosto de 2008

¿QUÉ DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD?

¿QUÉ DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD?
Se acuerdan de la campaña para el uso del cinturón de seguridad. Es otra de las campañas de las que nos tienen ‘acostumbrados’ las autoridades, que son para el momento, y que pasada la euforia queda en el olvido. No hay perseverancia.
Está demostrado que, ante la eventualidad de un accidente de tránsito, el adecuado uso del cinturón de seguridad, tanto en los asientos delanteros como en los posteriores, puede reducir los riesgos de muerte -en un cien por ciento-.Cuando ocurre una colisión, la persona que no lleva puesto este importante aditamento de seguridad, recibe una gran fuerza concentrada que le puede originar daños severos en su integridad física, mientras que la persona que si lo lleva puesto, recibe una pequeña fuerza distribuida, casi inofensiva.Si la persona no está sujeta al asiento del automóvil en el momento que se produce el choque, sale expulsada hacia delante impactando su cabeza contra el parabrisas ocasionándole graves daños, pues el impacto reduce la velocidad a cero en tiempo record.
Según estadísticas de la Unidad de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional, solo durante el primer trimestre del presente año 17,430 conductores de vehículos fueron sancionados por no llevar puesto el cinturón de seguridad. Las sanciones están bien pero…
En Huacho, y también en Lima, hubo la campaña que, por ‘miedo’ a las papeletas los choferes comenzaron a usar a regañadientes los cinturones de seguridad y los pasajeros algo ‘sorprendidos’, también a ponérselas. Las empresas y los dueños de los ómnibus, las ‘combis’, los autos y hasta las ‘mototaxis’ se empeñaron en comprar o adecuar sus movilidades con este aditamento de seguridad, bastante importante para salvar vidas. ‘Mal que bien’ lo hicieron. Y lo hicieron, muchos, forzados y, muchos, la utilizaron y ‘obligaban’ a utilizarla a los pasajeros cuando veían un policía, un patrullero o se acercaban a la zona céntrica de Huacho. Y estaba ‘pegando’ su uso y ya se estaban haciendo al ‘dolor’ (los choferes), pero al abandonar la campaña (la policía) todo ha vuelto a la ‘normalidad’, porque de esa campaña no queda ‘casi’ nada.
Está como las pegatinas de luces fosforescentes o las cintas reflectoras, que obligados, los choferes se apuraron en ponerlas en sus movilidades, exigidos por nuestras autoridades policiales y de tránsito, pero ¿en qué han quedado?, en nada o en casi nada. La usan, pero ya no con la obligatoriedad que existía al comienzo de la campaña. Y ojo, que también son útiles para resguardar las vidas de muchas personas, y nadie lo pone en tela de juicio, pero que hoy ‘duermen el sueño de los justos’. No seamos ‘flores de un solo día’. ¿O es qué acaso sólo para las revisiones técnicas, los choferes las van a implementar, y después de ahí, nada? ¿Y, la vida de los pasajeros, no vale nada? No es acaso que los accidentes de transito en el Perú es uno de los más elevados. Y, también, cuántas vidas salvaríamos si los choferes no necesitaran (en el Perú) de la sanción o el rigor para acatar las disposiciones o normas de seguridad, que está comprobado, van en bien del pasajero y del chofer.

No hay comentarios: