sábado, 5 de julio de 2008

¿EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO…?

¿EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO…?

El paro del 9 de julio es un reto para la izquierda peruana. Hay dos ‘elementos’ importantes que si la izquierda los sabe interpretar les puede permitir tomar la iniciativa después de la pobre ‘performance’ de las últimas elecciones del 2 006 y recomponer –Izquierda Unida u otra alternativa- si está pensando en las elecciones del 2 011.

El primer elemento de análisis político a tener en cuenta es que en América del Sur la izquierda está retomando el camino recorrido en los años 55 al 85 (del siglo pasado) -con sus altibajos pero en mejores condiciones por haberlo logrado en las urnas- y esto es así porque gobiernan partidos de izquierda (aunque variopintos): Evo Morales en Bolivia, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Fernando Lugo, que a partir del 15 de agosto asumirá el mando, en Paraguay, y en menor grado, Lula en Brasil y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina. Descartamos a Michelle Bachelet (se dice socialista) en Chile porque a pesar de ser socialdemócrata en economía es casi el continuismo de la política neoliberal que dejara Pinochet y de Ricardo Lagos, su antecesor en el gobierno.

Y, el otro –elemento-, es que si bien es cierto que nuestra economía camina bien, eso no se traduce en una mejoría en los bolsillos de la mayoría de la población y esto está creando un gran malestar, siendo el ‘moqueguazo’ un aviso, con el reclamo por una mejor distribución del canon minero con Tacna.

Vista así las cosas, se podría decir que estamos ‘ad portas’ de una nueva oportunidad para que resurja la izquierda. La izquierda sabe conducirse en estos menesteres de ‘agitación’ y dada el gran malestar de la población, políticamente, con el paro del día 9 de julio, puede retomar la iniciativa y ‘acumular fuerzas’, para próximas acciones políticas.

Pero tiene que irse con mucho cuidado. La gente los percibe como ‘agitadores’ pero no para ser sus interlocutores ante el gobierno, y de ‘no contar con un plan de gobierno’ consistente para el 2 011. En los momentos actuales lo que el Perú y la democracia necesitan es –justamente- una oposición fuerte y de esa manera se acabe la intolerancia y el autoritarismo, y alternativas de gobierno serias para acabar con las injusticias y la pobreza.

Es bueno recordar que la izquierda con Alfonso Barrantes Lingán (1 983, alcalde de Lima, y en las elecciones de 1 985, candidato a la presidencia) tuvo la gran oportunidad de ser gobierno, pero la desidia de sus dirigentes hizo que la perdieran. Hubo varios motivos –para la izquierda- que junto a la satanización del gobierno de ‘fujimori’ hicieron que se esfumara y terminara reducida a su mínima expresión. En adelante (1 985) quedó dividida y su declive quedó reflejada en las elecciones generales presidenciales del 2 006 donde en primera vuelta logró un magro resultado: el MNI con Alberto Moreno obtuvo el 0.27% de respaldo popular, el Partido Socialista de Javier Diez Canseco el 0.49 %, Concertación Descentralista de Susana Villarán el 0.02 %, y le podemos añadir el porcentaje alcanzado de Avanza País, de Ulises Humala, con el respaldo del 0.20 % del electorado, que representaron -juntos- el 0.98 % del total de sufragantes. Esta es la fuerza que se consideraba de la ‘izquierda verdadera’. Pero el electorado –aquel año-, que buscaba una opción que los representara como alternativa de gobierno volteó la mirada y se fijó en Unión por el Perú, con Ollanta Humala, que logró un 30.62 % de aceptación y estuvo representado por la ‘olla’, porcentaje que le permitió ubicarse primero y de esta manera pasar a la segunda vuelta junto con el APRA de Alan García Pérez. El resto es historia reciente -segunda vuelta-, donde Alan se hizo del gobierno. Es lamentable decirlo, pero a ese casi 1 % se vio reducida la izquierda que se dice ‘genuina’.

Y por último, hoy, la gente, que no es aprista, percibe que el APRA está dejando en la práctica de ser socialdemócrata (o la socialdemocracia se ha derechizado) y que no representa los intereses que decía, el de las mayorías, y está a la búsqueda de una opción que le sea más afín, ya que Unión por el Perú (la de las elecciones) se ha dividido y sus representantes en el congreso no convencen por no ser la oposición que se esperaba. En cuanto a la derecha, van a tener que pelearse un espacio que deben compartir, ahora, con el APRA, y es en estas condiciones que la izquierda tiene que reacomodar sus fuerzas. ¿Lo hará con Ollanta o buscará un líder nuevo? !E ahí la disyuntiva! La izquierda tiene que superar los errores de antaño y reagruparse. Las lecciones que tiene que aprender es que si no hay unidad no hay nada y recordar (también) el ejemplo a tener en cuenta, Salvador Allende, en Chile.

Ahora sólo a esperar el 9 para saber que pasa.

No hay comentarios: