sábado, 28 de junio de 2008

¿MISIÓN DE AYUDA HUMANITARIA?

¿MISIÓN DE AYUDA HUMANITARIA?
Entre los días 10, 11 y 12 de junio, Huacho, salió de su habitual rutina como ciudad. Nos ha visitado una misión de ayuda cívico militar de los Estados Unidos de Norteamérica, dentro del marco del Programa “Promesa cumplida” que lleva a cabo el Comando Sur a todo el Norte Chico. Ha consistido en maniobras militares, unidas a visitas a su embarcación estrella, porta helicópteros “BÓXER”, operaciones y consultas médicas con la entrega de medicamentos a miles de huachanos. Hemos visto a varias decenas de marinos, el buque en mención, vehículos militares y en especial helicópteros que han sido la atracción de miles de nuestros conciudadanos y sobre todo de nuestros niños. También –con la presencia de la misión- se han beneficiado varios centros educativos de la región, dentro de ellos, nuestro emblemático colegio de la provincia, el “Luis Fabio Xamar”, que ha recibido el apoyo en el mejoramiento de su infraestructura.
Aplaudimos semejantes gestos de ayuda humanitaria que ha favorecido a muchas personas -sobre todo- de menos recursos económicos de nuestra provincia. Pero, ¿a cuánto habrán ascendido los gastos de la ayuda humanitaria?, ¿será comparable con los millones de dólares que le significan la importación de nuestros recursos naturales a precios irrisorios?, ¿cuánto le significan las sobre ganancias de las transnacionales norteamericanas en Latinoamérica?, ¿cuánto dinero ganan al colocar sus productos en nuestro mercado?, ¿tolerarán a un gobierno que defiendan decididamente la industria nacional, sus recursos naturales y sus materias primas?, ¿etc.?
¿Sólo habrá sido la ayuda “humanitaria” o está detrás la política de “en una mano el caramelo y en la otra el garrote”? En América, sobre todo, Central y el Caribe, hay ejemplos, muchos, de intervenciones a gobiernos que no son del agrado de los Estados Unidos. Comencemos recordando “la injerencia de su gobierno en los asuntos propios de otro Estado” que comienza en el año de 1 823 con la implantación de la doctrina Monroe que fuera reeditada por Teodoro Roosevelt en 1 904 y que permitió que Estados Unidos interviniera en Haití, República Dominicana, Honduras y Nicaragua en aras de “salvaguardar los intereses de las empresas norteamericanas”.
No está demás recordar, también, su intromisión es los asuntos de cada país de América del Sur (por intermedio de la CIA), en el periodo presidencial de facto del General Francisco Morales Bermúdez ( 1 975 - 1 980), por lo que, la justicia italiana, en el mes de diciembre del 2 007, le a abierto una investigación –al general- por la desaparición de ciudadanos de origen italiano y por sus vínculos con otros dictadores, ministros y jefes de servicios secretos y policía de Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil y Paraguay en la llamada “Operación Cóndor” con el objetivo de acabar con los opositores a los regímenes de esos países, sobre todo, el argentino (1 970-1 980).
Y qué de su escabrosa intervención en Vietnam, llamada también Segunda Guerra de Indochina, que fue un conflicto bélico que enfrentó entre 1 958 y 1 975 a los estados de Vietnam del Sur, apoyados por el intervencionismo de la Doctrina Truman de los Estados Unidos -hasta su retirada en 1 973-, y Vietnam del Norte, apoyado por el bloque comunista, en el contexto general de la Guerra Fría (enfrentamiento por la supremacía hemisférica entre EE.UU. y Rusia). O la monstruosa intervención a Irak, en marzo del 2 003, donde no sólo mueren miles de norteamericanos, sino, también latinos, y además de la pérdida de miles de vidas de civiles irakíes, entre ellos niños, ancianos y mujeres, y, en general, de gente que nada tienen que hacer en esta cruenta guerra y que ya está demostrado hasta la saciedad que se hizo usando el pretexto de las ”armas nucleares” que tenía Sadam Hussein, y que ahora se sabe que fue una patraña, que escondía la codicia del petróleo de ese país y -también- una “lección” para lograr el sometimiento de los palestinos a Israel.
Podremos olvidar esos dolorosos hechos y pensar sanamente en la “buena voluntad” de un país tan depredador y abusivo como Estados Unidos. No creo. Lo que queremos los peruanos son: Precios justos a nuestros productos de exportación, el pago de impuestos justos de las transnacionales, respeto al ecosistema, no injerencia en la política nacional y respeto a la soberanía nacional.

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