lunes, 27 de octubre de 2014

¿ENCENDER LA PRADERA? ¿…Y DESPUÉS?

DESDE HUACHO-PERÚ
¿ENCENDER LA PRADERA?  ¿…Y DESPUÉS?
            Un asunto a debatir en la actual coyuntura política para la 2da vuelta de las Elecciones Regionales y Municipales es el voto en blanco, nulo o viciado con sus particularidades pero para el presente comentario los voy a generalizar. ¿Qué es un derecho?, nadie lo niega.
             Nos vamos circunscribir a la Región Lima Provincias. Debemos de partir de los 15 partidos y movimientos que se han inscrito para participar en estas elecciones  que se han  realizado  el 5 de octubre en una  1era vuelta electoral y en la que  se supone que han participado los mejores cuadros de esas agrupaciones políticas, qué quizá no sea así, es otro cantar. ¿Se habrá quedado algún otro Partido o Movimiento político sin participar en estas elecciones? ¿Por qué?
            Primero, los sufragantes, la gran mayoría, sin temor a equivocarnos,  no pertenecen a partido o movimiento alguno pero simpatizan por alguno de ellos. Y han decidido su voto por uno de los 15 que han participado en las elecciones y representan el 84.24% del electorado (488, 368 votos). Los que  viciaron su voto  a conciencia o no supieron votar representan el 15.76% del electorado (91, 238 votantes, entre blancos y nulos).
            Si se participaba en estas elecciones las reglas de juego ya estaban establecidas y se las ha aceptado seguro  a regañadientes, pero lo ha hecho la mayoría, y optaron por algún candidato. Si pasó a la 2da. vuelta, el candidato de mi elección, en buena hora, y si no fue así, tenemos que aceptar los resultados, así no nos gusten.
            Para una presunta nueva elección después de la  2da vuelta se necesitarían viciar  las 2/3 partes  de   total de los votos emitidos que significarían 386, 470 votos del  total de los que hicieron uso de las urnas, 579,706. ¿Habrá fuerza popular organizada capaz de  hacer viciar esa cantidad de votos? ¿Cuántos votos lograron las fuerzas populares? Si se lograra, nos esperaría otra elección muy seguro dentro de tres meses, ¿más de lo mismo? Ahora, aun así,  en la 2da vuelta, viciar mi voto, es mi derecho.
             Pero veamos las implicancias. Si tomamos como opción que se pueden viciar los votos  en la Región Lima Provincias, entonces es algo que es muy posible que se pueda dar en  las 13 regiones restantes  que pasarían a la 2da vuelta. ¿Es posible? ¡Si!
            La pregunta que salta a la vista sería  ¿por qué que no se nos ocurrió en la 1era vuelta viciar el voto si no eran los candidatos de nuestro agrado? No fueron escogidos 2 para pasar a la 2da. vuelta en democracia –aunque este sea de  minoría, como dice Nicolás  Lynch, cuando comenta el concepto de democracia (ex Ministro de Educación)-.   
            Tercero, ya en 2da vuelta, si somos las  2/3 partes de los votos emitidos  los que presuntamente viciaremos nuestra  votación, tengamos en cuenta que en la 1era vuelta ya desechamos  a los candidatos de los 13 partidos o movimientos políticos a los que añadiríamos a los 2 de la 2da. vuelta,  ¿estamos preparados a nivel nacional y regional, para enfrentar otra elección , en este caso,  dentro de 3 meses, si objetamos a los actuales. Si no creemos en los políticos actuales ¿habrán otros  de alternativa para después de la 2da vuelta? ¿Los habrá bien preparados a  escasos meses para una nueva elección?
            Ahora, pensemos: ¿están  en condiciones nuestros líderes y partidos políticos para  capitalizar  el descontento  de los que supuestamente representarían cómo para realizar nuevas elecciones?, ¿habrán o estarán preparados los líderes que la propugnen y lideren  en condiciones de llevar a las masas a un acto de esta naturaleza?,  ¿o es el voto viciado un acto de  descontento que no nos puede llevar a buen puerto que no sea la ilusión de  desechar  el viejo orden por uno nuevo? ¿O es solo un malestar y la indignación por cómo se está desarrollando la política en nuestra región y nuestra patria pero sin ninguna proyección futura,  que, lo mismo? ¿O es para acumular fuerzas para prepararnos para otros escenarios, será esto cierto?  ¿O es un acto político premeditado con otros fines a parte de los mencionados?

            O no es acaso mejor optar por uno de los candidatos que deben participar en esta 2da vuelta   que nos presente “mejores condiciones políticas y de gobernabilidad aceptable” y que desde las bases podamos cuidar que sus las promesas de campaña se hagan realidad y en 4 años ir preparando las condiciones para en mejores condiciones participar de las próximas elecciones. ¿No nos creemos capaces? ¿No será mejor,  en las actuales condiciones, retroceder un paso  para luego avanzar dos… y no nos ocurra lo que hoy en día es tema de discusión y que no encontremos un partido o movimiento político que desde de nuestra perspectiva nos presenten alternativas de mejores condiciones de vida para nuestro pueblo y no recurrir más que al  el voto viciado?