¿FELIZ DÍA MAESTROS CESANTES?

DESDE HUACHO-PERÚ

¿FELIZ DÍA MAESTROS CESANTES?

Poco se habla de los maestros cesantes y jubilados y peor aún, no se hace nada para mejorar sus condiciones de vida ahora que no tienen los mecanismos de presión que si lo tienen los activos.

Los maestros cesantes de hoy, en los años 70 u 80, marcaron época por la conformación del glorioso SUTEP, pero, sobre todo por las huelgas magisteriales de esos años pero ven ahora con desazón cómo su esfuerzo y lucha no se ve recompensado con salarios como le corresponde a un maestro con 5 años de preparación universitaria y 30 años de servicios en los diferentes rincones de nuestra patria.

Uno de los pocos que ha presentado un documento de estudio interesante con relación a los cesantes es el maestro e investigador social, Sigfredo Chiroque Chunga.

Primero nos manifiesta que se acercan a los cien mil y lo que reciben como compensación por toda una vida dedicada a la docencia es una mensualidad promedio de 752 soles lo que equivale a una tercera parte del valor de una canasta familiar con la cuál se podría sobrevivir con relativa decencia (2256 soles). Si comparamos lo que gana un maestro cesante (con más de 30 años de servicios) en relación con el activo que actualmente llega a 1087.29 soles (con poco más de 10 años de servicios y también mal remunerado), diríamos que éste último gana 39% más que el cesante.

Una de las esperanzas de los cesantes, si no le mejoraban su salario era por lo menos mantenerlo acorde con el de los maestros activos, pero para su desgracia, es con el Gobierno de Alberto Fujimori que ‘casi’ se eliminó la vigencia de la Ley N° 20530 que normaba que todos los aumentos de los trabajadores activos del estado, incluidos los del magisterio, también se aplicarían a los cesantes, intenciones que no fueron corregidas por el Gobierno de Transición del Dr. Valentín Paniagua. No está demás decir que quién a las finales les dio el puntillazo final a los trabajadores para acabar con las esperanzas de activar el régimen de la Ley N ° 20530 fue el gobierno democrático del Dr. Alejandro Toledo a fines del 2004 al promulgar la Ley N° 28449 que establecía las nuevas reglas del Régimen de Pensiones del DL N° 20530. Pero aun así, sin embargo es con el gobierno de Toledo, agosto 2001 a agosto 2006, cuando el magisterio activo mejoró su poder adquisitivo en 50.21%, pero nuevamente los cesantes solamente mejoraron en 12.37% y esto ocurre porque ya se había ‘congelado’ definitivamente la vigencia de la ley N° 20530. Es importante resaltar la vigencia de la Ley N° 20530 porque gran parte de los cesantes del magisterio se rigen por esa ley.

Con el segundo gobierno del Dr. García hubo esperanzas para ’algunos’ de mejorar las condiciones económicas y sociales del magisterio, una de ellas, volver al régimen de la ley 20530 cuyos beneficios fueron injustamente recortados. Esperanzas vanas como la de su primer nefasto gobierno. En lo que va del presente gobierno aprista (agosto 2006 a junio 2009), tanto activos como cesantes, más bien, han perdido un 10.3% de su poder adquisitivo. Los maestros y maestras, en servicio y en situación de cesantía, se han empobrecido más de lo que estaban.

Una lección que han aprendido los cesantes y no sólo ellos, es que los gobiernos que dan preferencias a los sistemas de libre mercado y desarrollo de productos agroindustriales primarios y son exportadores mayormente de materias primas como el nuestro y que creen que la única manera de abultar los tributos (de la que tanto se habla para mejorar los sueldos a los trabajadores) es a costa de la depredación nuestras riquezas y entregándolas a los grandes inversionistas extranjeros en condiciones desventajosas para la nación, no pasan de ser puras ilusiones. Así, los trabajadores y el pueblo nunca verán recompensadas sus sueños de una vida y vejez justa porque la voracidad de las transnacionales es más grande que las ‘sanas intenciones’ de los gobiernos y nunca permitirán (por su angurria) que el estado tenga el dinero suficiente en las arcas del tesoro público y ‘más’ bien ‘más’ pronto que tarde nos quedaremos ‘más’ pobres y sin riquezas. Pasó con los gobiernos anteriores, pasa por segunda vez con el de Alan García.

Pero aún así los maestros no deben perder la fe en un mañana mejor.