miércoles, 8 de abril de 2009

¿IGLESIA DEL PUEBLO?


DESDE HUACHO-PERÚ

¿IGLESIA DEL PUEBLO?
Creo que como en todos los oficios, hay unos profesionales más que otros, que aman verdaderamente su profesión. En cuanto a la religión, ahora que se acercan jueves y viernes Santos me trae a la reminiscencia a algunos de esos buenos sacerdotes que han dejado huellas imborrables a su paso por Huacho.
A uno de esos religiosos que recuerdo de niño es al Padre Eusebio Arroniz, quién en una muestra de su sacerdocio, en una oportunidad visitó nuestra humilde escuelita particular en la que apenas éramos 48 alumnos reunidos en una sola aula y donde estudiábamos de Transición a 5to Año de Educación Primaria (último grado de instrucción) y cuyo Director y docente era el Profesor Castro y que estaba ubicada en una de las primeras cuadras que hoy toma del nombre de Jr. Coloma (Elcorrobarrutia). Nos confesó y conversó con cada uno de los alumnos pero un grupo no tuvimos la suerte de participar de esa ´tertulia´, dentro de los que me incluyo, porque el tiempo le apremiaba dado a que era requerido también por otras instituciones educativas de nuestra localidad grande o pequeña.
En secundaria, en el Luis Fabio Xammar, conocí como profesores al Padre Oscar Cantuarias y a Monseñor Emilio Cuadros Vega; pero terminada mi secundaria me topé con uno de esos buenos pastores que a pesar de no permanecer tanto tiempo en Huacho, ha dejado huellas muy hondas en muchos jóvenes de ‘aquellos tiempos’ (del 70) por la gran labor pastoral que realizó: Juan Riera Bonet, sacerdote español, de Ibiza. Estuvo afincado en la Iglesia Fátima y tenía a su cargo una casa religiosa en Mariscal Castilla. Su influencia fue muy grande y la labor que realizó también y es gracias a él, que muchos jóvenes permanecimos siendo católicos a pesar de la gran influencia socialistas de las revoluciones Rusa, China y Cubana. También de pasada me reuní en muchas oportunidades con el Padre Andrés Bessinet, un francés que hacía labor pastoral en el Valle de Huaura y Pativilca, y el Padre “Pepe” que sucedió en la Parroquia de Fátima a Juan Riera.
Como profesional en la Educación conocí al Padre Baudelio Fuertes en el Colegio Mercedes Indacochea y lo recuerdo por su camioneta ‘Datsun’ a la salida de nuestro recinto educativo repleto de alumnos para llegar al centro de la ciudad, por supuesto a parte de la labor pastoral que realizaba con los alumnos. Y en el Xammar al Padre Ángel Bisso.
Y ya ahora último, quien no recuerda al Padre Jorge Cañamero por su faena pastoral con los jóvenes huachanos. Mientras permaneció en Huacho realizó una gran labor porque encontró en ese Gran Señor, Monseñor Lorenzo León Alvarado, un gran soporte moral y espiritual. Son estos últimos de quiénes nos cruzábamos en las calles de Huacho y hallábamos referentes de humildad y sencillez como buenos cristianos y nos sentíamos a gusto de saber que se encontraban ´a la mano´ y con quienes podríamos cruzar un saludo o escuchar sus palabras de aliento en medio de nuestros pesares por los problemas sociales y económicos que enfrentan los más humildes de nuestra patria.
Y otro a quien en esta fecha de Semana Santa no podemos dejar de evocar con gran cariño es al otro “Pepe”, pero él, de apellido, Gavilán. Hermosa su obra a favor de la educación y su “don” de persona como decimos los huachanos y a quién siempre tendremos en un sitio especial de nuestro corazón.
En nuestra vida hemos conocido a otros y otras más religiosas - monjas y hermanas católicas- que por falta de espacio no menciono pero que siempre los rememoraremos con cariño porque como se dice “por sus obras los conoceréis”, pero no por las ostentosas y materiales, que ofenden al pueblo, sino las humanas y realizadas con humildad y cariño sin importar la condición social o económica de la feligresía.